Estamos llegando al final del mes de noviembre y encaramos el último mes del año, el mes más bonito, el de las luces, los regalos, la paz, los recuerdos y la reconciliación.
Un mes de balances, de sopesar lo bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo, la recta final del año que termina y unos días de descanso. Es diciembre un mes muy especial en el que todo parece bonito, rico, abundante en donde el amor y la comprensión salen a flote, en el que se trazan nuevos proyectos, mejores horizontes, un mejor vivir, se manifiesta la alegría.
Las luces y la música tropical de siempre reviven evocan aquellas navidades pasadas de las que nos quedaron todas las cosas que les enseñamos a las nuevas generaciones y las que nos gozamos.
La noche de las velitas, las novenas, el pesebre, el árbol de navidad, el natilla, los buñuelos y la noche de navidad la noche de los regalos de un humilde y pequeño regalo a un costoso no importa su valor, la intención, el detalle. Pero lo mas importante es el poder despertar una sonrisa de aquellos que comparten con nosotros un abrazo, que importante poder sentirse en familia, querido poder disfrutar del calor de hogar de la calidez de las luces que encendidas en todos los hogares alegran la noche de navidad la quizá la más importante del año quizá la más hermosa es una noche de paz, de recogimiento, de promesa de amor.
