
Cada 20 de mayo, el mundo celebra el Día Mundial de las Abejas, una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para destacar la importancia de estos pequeños pero poderosos polinizadores, fundamentales para la seguridad alimentaria y la biodiversidad del planeta.
La fecha no es casual: conmemora el nacimiento de Anton Janša, pionero de la apicultura moderna en el siglo XVIII y originario de Eslovenia, país que promovió esta iniciativa internacional en 2017. Desde entonces, cada año se convierte en una oportunidad para generar conciencia sobre las amenazas que enfrentan las abejas y otros polinizadores, como el uso excesivo de pesticidas, el cambio climático, la pérdida de hábitat y enfermedades.
¿Por qué son tan importantes las abejas?
Las abejas no solo producen miel. Son responsables de la polinización de más del 75% de los cultivos alimentarios del mundo, incluyendo frutas, verduras, semillas y frutos secos. Sin ellas, nuestra dieta sería mucho menos variada y nutritiva. Además, su papel en los ecosistemas garantiza la reproducción de muchas plantas silvestres, lo que a su vez mantiene saludables los suelos, los bosques y los hábitats de otras especies.
¿Cómo podemos ayudarlas?
- Plantar flores nativas en jardines y balcones.
- Evitar el uso de pesticidas tóxicos.
- Apoyar a los apicultores locales comprando miel de origen responsable.
- Educar y concienciar sobre su importancia en escuelas y comunidades.
Este 20 de mayo, más que celebrar a las abejas, es un llamado a protegerlas. Su zumbido discreto es un eco vital de la salud del planeta.