Nueva York, 17 de mayo de 2025 — Un trágico accidente se registró en la noche del viernes cuando el buque escuela de la Armada de México, ARM Cuauhtémoc, colisionó con el puente de Brooklyn durante una maniobra de despedida del puerto de Nueva York. El siniestro dejó un saldo de dos cadetes muertos y al menos 22 personas heridas, 11 de ellas en estado crítico.

El velero, reconocido por sus tres mástiles y su uso en la formación de marinos, participaba en su crucero anual de instrucción denominado “Consolidación de la Independencia de México 2025”. Según informes preliminares, el navío habría perdido potencia mientras se desplazaba por el East River, lo que lo llevó a ser arrastrado por las fuertes corrientes hasta impactar contra la estructura del icónico puente.
Al momento del choque, los cadetes realizaban la tradicional maniobra naval conocida como «manning the yards», en la que se sitúan en lo alto de los mástiles para saludar al país anfitrión. El impacto provocó la caída de los mástiles y dejó a varios tripulantes atrapados entre las jarcias.
Las víctimas fatales fueron identificadas como América Yamilet Sánchez, de 20 años, y Adal Jair Maldonado Marcos, de 23, ambos originarios de México. Sus muertes han conmocionado tanto a la comunidad mexicana como a los asistentes presentes.
Equipos del Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY), la Policía (NYPD) y la Guardia Costera respondieron de inmediato. Los heridos fueron trasladados a hospitales cercanos y el buque fue asegurado para la investigación.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de EE.UU. abrió una investigación para esclarecer los motivos de la pérdida de control del buque. Un informe preliminar se espera en 30 días, aunque la investigación completa podría extenderse por hasta dos años.
El presidente de México, Claudia Sheinbaum, expresó su solidaridad con las familias de las víctimas y destacó el valor de los jóvenes marinos que servían a su país en el extranjero.
El puente de Brooklyn fue reabierto tras una inspección estructural que descartó daños mayores.
El accidente ha abierto un debate sobre los protocolos de navegación de grandes embarcaciones en áreas urbanas y la seguridad de los tripulantes en maniobras ceremoniales.