El senador Miguel Uribe Turbay, víctima de un atentado el pasado 7 de junio durante un acto de campaña, ha entrado en una nueva etapa clínica que los médicos han calificado como “fase subaguda”. El parte médico emitido por la Fundación Santa Fe este 24 de junio señala una evolución progresiva, aunque el pronóstico neurológico aún se mantiene reservado.
La fase subaguda, en términos médicos, representa un punto intermedio entre la fase aguda —que es crítica e inestable— y una eventual fase de recuperación. Durante esta etapa, el paciente comienza a mostrar señales de mejora, permitiendo reducir gradualmente el soporte médico intensivo.
De acuerdo con el neurocirujano Remberto Burgos, esta fase busca evaluar funciones vitales como la respiración autónoma, el metabolismo, la respuesta neurológica y la capacidad de alimentarse sin riesgo. En el caso de Uribe, ya se ha retirado parcialmente el respirador, luego de una traqueostomía, y se le ha realizado una gastrostomía para facilitar su nutrición.
Si bien la presión intracraneal ha disminuido y el edema cerebral se ha controlado, los especialistas advierten que aún no es posible determinar el alcance de las posibles secuelas neurológicas. Según los tiempos estimados, en un lapso de 15 a 30 días podría haber una evaluación más clara sobre su estado cognitivo y funcional.
Uribe Turbay permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos bajo vigilancia permanente. El paso a esta nueva etapa médica representa una señal positiva, pero no implica una recuperación definitiva ni garantiza la reversión de los daños causados por los disparos que recibió en la cabeza.
La investigación sobre el atentado continúa su curso, mientras sectores políticos y ciudadanos permanecen atentos al desarrollo del caso y a la evolución del dirigente del Centro Democrático.
