Choloescuincle: El guardián ancestral de México
El Choloescuincle, también escrito como Xoloitzcuintle, es una de las razas de perro más antiguas y emblemáticas de América. Originario de México y considerado un verdadero tesoro nacional, este perro no solo destaca por su aspecto inusual, sino también por su fuerte conexión con la historia y la espiritualidad mesoamericana.
Un perro con historia milenaria
Con más de 3,000 años de antigüedad, el Xolo fue criado por varias culturas prehispánicas como los aztecas, toltecas y mayas. Su nombre proviene del dios Xólotl, protector de los muertos, y del vocablo náhuatl itzcuintli, que significa “perro”.
Para estas civilizaciones, el Choloescuincle no era solo un animal de compañía: se creía que acompañaba las almas al Mictlán, el inframundo, en su viaje después de la muerte. Por eso, a menudo se le enterraba junto a sus dueños.
Tres tamaños, una sola esencia
El Xoloitzcuintle existe en tres tamaños:
- Estándar
- Mediano
- Miniatura
Y puede ser sin pelo (la más conocida) o con una capa corta y lisa de pelaje. Su piel suele ser oscura, aunque puede presentar tonalidades rojizas o grisáceas.
Inteligente, fiel y protector
A pesar de su apariencia exótica, el Cholo es un perro de carácter tranquilo, noble y muy afectuoso. Se lleva bien con niños y adultos, y es especialmente protector con su familia. Su inteligencia lo hace fácil de entrenar, aunque también puede ser un poco independiente.
Además, es ideal para personas alérgicas, ya que no tiene pelo (en su versión más común) y no suelta caspa como otras razas.
Cuidados especiales
Su piel requiere ciertos cuidados:
- No debe exponerse al sol por largos periodos (puede usar bloqueador para perros).
- Necesita baños regulares para evitar infecciones.
- En clima frío, se recomienda vestirlo con abrigos para perros.
Patrimonio vivo
El Choloescuincle fue reconocido como Patrimonio Cultural y Natural de México y es símbolo de identidad nacional. Incluso ha sido representado en arte, literatura y recientemente en películas como Coco, donde el simpático perro “Dante” es un Xolo que guía al protagonista en el mundo de los muertos.
Un perro para admirar y querer
El Choloescuincle no es solo un perro: es un puente entre el pasado y el presente, entre lo espiritual y lo terrenal. Adoptarlo es abrazar una parte viva de la historia de América Latina.

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