
Bogotá, 31 de mayo de 2025 — El cambio climático se consolida como una de las mayores amenazas para la agricultura en Colombia. Según expertos y organismos nacionales e internacionales, la variabilidad climática y los eventos extremos como sequías prolongadas e inundaciones están afectando gravemente los cultivos más importantes del país, incluyendo arroz, maíz, yuca y café.
Los efectos ya son evidentes: suelos menos fértiles, mayor incidencia de plagas y enfermedades, y rendimientos cada vez más bajos. Todo esto repercute directamente en la seguridad alimentaria, especialmente en las regiones rurales, donde la población depende casi exclusivamente de la producción agrícola para su sustento.
“Estamos viendo cómo los eventos de El Niño y La Niña alteran los ciclos productivos, arrasan cultivos enteros y afectan la economía campesina”, explica un informe del Banco de la República. La reducción de las lluvias en algunas zonas y el aumento en otras ha desajustado el calendario agrícola tradicional, dejando a los productores en una constante incertidumbre.
Además, el aumento de la temperatura y los cambios en los niveles de humedad han favorecido la proliferación de plagas, lo que obliga a los agricultores a incurrir en mayores costos para proteger sus cosechas. Esta situación afecta directamente los ingresos del sector agropecuario y amenaza con encarecer los alimentos en todo el país.
Frente a este panorama, se han comenzado a implementar estrategias de adaptación como la agricultura climáticamente inteligente, que busca aumentar la resiliencia de los cultivos mediante el uso de variedades resistentes, prácticas sostenibles y tecnología de punta como sensores y sistemas de información climática.
“Hay que transformar la forma en que producimos para sobrevivir al cambio climático”, señala la Corporación Andina de Fomento (CAF), que impulsa proyectos de innovación agrícola en el país. Sin embargo, los expertos advierten que estas iniciativas deben ir acompañadas de políticas públicas firmes y de apoyo estatal para tener un verdadero impacto.
terminarEl Ministerio de Agricultura, por su parte, ha reiterado su compromiso de apoyar a los productores colombianos en la transición hacia una agricultura más sostenible, pero reconoce que el desafío es enorme. Con más del 60 % del territorio nacional en riesgo por efectos del cambio climático, la lucha por proteger el campo colombiano apenas comienza.